La lija y las ruedas de amolar se categorizan como herramientas de abrasivo grueso. Estas herramientas emplean granos abrasivos más grandes que permiten un retiro rápido y grueso del material. Ejemplos de abrasivos gruesos incluyen máquinas utilizadas en el reciclaje de metales que raspaban pintura, óxido y residuos de los metales chatarra. Además, el trabajo con piedra implica el corte tosco de grandes bloques de piedra en piezas más pequeñas de formas más útiles. Al igual que las herramientas abrasivas toscas, las herramientas abrasivas gruesas y toscas son conocidas por dejar la superficie sin suavizar y careciendo del pulido necesario antes del pulido.