Los tejidos o papeles gruesos y los plásticos sirven como soportes para abrasivos recubiertos, a los que se les adhieren materiales más duros. Estos soportes gruesos no solo proporcionan flexibilidad para su uso, sino que también hacen el desgaste más afilado. Los abrasivos recubiertos se utilizan en lijadoras, que son herramientas importantes en la carpintería, donde alisan superficies y bordes de materiales de madera, y en el trabajo metálico, donde ayudan a eliminar los bordes afilados formados durante el corte, en el modelado y pulido de metales después de que sus superficies han sido tratadas o recubiertas con una capa de óxido. Es mediante el método de recubrimiento que se garantiza que los granos abrasivos queden suavemente pulidos y resistan el desgaste con el tiempo.