Moler aleaciones de níquel es particularmente complejo debido a su alta resistencia a la tracción, al calor y a la corrosión. Sin embargo, existe una rueda de moldeo diseñada específicamente para los desafíos planteados por las aleaciones basadas en níquel. Por ejemplo, los abrasivos incluidos en estas ruedas, como el CBN o el diamante, son capaces de cortar aleaciones duras. El aglomerante que mantiene los granos abrasivos en su lugar soportará las condiciones extremas de temperatura y presión creadas durante el proceso de moldeo. Estas ruedas son ampliamente utilizadas por las industrias aeroespacial y de generación de energía debido a las palas de turbinas y los casquillos de motores fabricados con estos materiales. Dichos componentes deben tener características geométricas y de calidad de superficie extremadamente precisas para un ajuste y funcionamiento adecuados. Estos componentes deben ser pulidos y moldeados hasta cumplir con estándares de rendimiento muy precisos.